Por Victoria Sofía Wilches
Luego de la gran expectativa por el estreno de la telenovela de RCN Chepe Fortuna, sentimientos como la incertidumbre, disgusto, incluso decepción se han hecho sentir en la Región Caribe, especialmente en Barranquilla.
Por tener un elenco integrado en su mayoría por costeños, los televidentes esperaban poder identificarse con los personajes, pero más allá de la jocosidad encontraron nuevamente en esta producción una versión macondiana del Caribe.
Dentro del cuerpo actoral figuran Javier Jattin, Pedro Palacio, Taliana Vargas, Judy Henríquez, Adriana Ricardo, Mile Vergara, Florina Lemaitre, Julio Mesa, Vetto Gálvez y Lorna Cepeda, todos ellos costeños.
La novela cuenta la historia de dos jóvenes que pese a provenir de clases distintas se aman desde antes de conocerse, pues ya se habían visto en sueños. Su vida estará marcada por contiendas políticas, sueños populares, intereses económicos y disparatadas situaciones que unirán a los ricos con los pescadores pobres del barrio El Tiburón.
EL HERALDO consultó con algunos especialistas en televisión, actuación y sociología sobre la perspectiva que ofrece Chepe Fortuna de la región y la proyección que ésta hace del hombre Caribe.
Para el realizador Eduardo Ortega algunos podrían juzgar a la novela por mostrar a los costeños como “pescadores folclóricos, irresponsablemente etílicos, felizmente ignorantes y con problemas de hambre”.
Sin embargo, resalta la actuación natural y fresca de los dos protagonistas, Taliana Vargas, quién interpreta a ‘Niña Cabrales’, y a Javier Jattin, quien le da vida al personaje de ‘Chepe Fortuna’.
Por su parte, el productor y director de cine y televisión Alfredo Sabbagh asegura que la realización audiovisual de la novela es uno de los aspectos a resaltar y es un buen inicio. Según explicó, ésta es una producción de alto estándar, con detalles de fotografía y audio muy cuidados.
En relación a la historia que se quiere narrar, Sabbagh se aventuró a hacer un análisis, que casualmente concuerda con el malestar que muchos costeños expresaron en las calles ayer, “este es otro lamentable ejemplo de estereotipos ramplones, mezclados esta vez con una cursi imitación de quien sabe que concepción de realismo mágico que hayan podido tener los guionistas. ”
Según el productor, al ver el primer capítulo por momentos sintió que veía un “refrito de los peores momentos de novelas como Caballo Viejo, Gallito Ramírez, y La costeña y el cachaco” .
Para Sabbagh, Chepe Fortuna es otro ejemplo de la ambientación de la Costa bajo el estereotipo machista, plutócrata, escandalosa y poco desarrollada, “de esa que lamentablemente está enquistada en el imaginario nacional sin mayores oportunidades de reivindicación”.
Este realizador barranquillero aprovechó la oportunidad para hacer una invitación a sus colegas, para que la Región Caribe tenga la oportunidad de ver una novela recreada en una Costa urbana e industrial, “donde el acento sea natural y no una imposición de los conceptualmente limitados gustos de un guionista para quien la playa es sinónimo de aguamala y trencitas”.
En referencia a los actores, Sabbagh asegura que ya fue suficiente del papel de matrona interpretado en varias ocasiones por Judy Henríquez, o el de señora bien de Margalida Castro.
En esta misma línea se expresó Gian Carlo Portillo, preparador actoral, a quien le disgustó la sobreactuación de Pedro Palacio en el papel de ‘Aníbal Conrado’. Sin embargo Portillo destacó la interpretación de Julio Mesa, cantante ganador del Factor X, quien por primera vez incursiona en la actuación.
Según Portillo, el personaje de Chipichipi, llevado a la pantalla chica por Julio, es encantador, y lo describió como aquel que no necesita de mucha preparación actoral porque tienen una gracia o magia que enamora al televidente, aunque enfatizó en que, como era de esperarse, Mesa tiene algunos momentos brillantes, pero necesita trabajar un poco más en el manejo de la voz.
Para Mile Vergara, la actriz que encarna el personaje de ‘Rosalía Cabrales’, una mujer de corazón noble, escandalosa, y que siempre quiere estar a la moda, hay que ir más allá del acento de los actores y sentirnos orgullosos de los aspectos positivos que quisieron destacar los guionistas, como la alegría y entusiasmo de la gente del Caribe.
“Debemos estar contentos de ser el centro de historias que ponen fin a la sangre y violencia que tenían cargada la TV colombiana”, afirmó Vergara.
No obstante, Ortega y Sabbagh concuerdan en que la novela será un éxito, y por el hecho de que nos avergüence la forma en que somos vistos y en la que son leídas nuestras costumbres no se puede garantizar su fracaso.
Ambos realizadores concluyen que es una historia escrita con una mirada desde el centro del país hacia la periferia, atrevida con los caribes, pero debe convertirse en una voz de alerta para trabajar por el cambio de esos estereotipos. “... es hora de trabajar para cambair el estereotipo que tienen de nosotros los cachacos.
Hay que ver los capítulos y esperar a ver si esta historia de sirenas y pescadores sigue a flote, o se las come un desafiante Caracol”, dijo Ortega.
Nos lo buscamos
El productor de cine Eduardo Ortega considera que los costeños son representados de una forma escandalosa e inculta porque es la imagen que se ha proyectado.
“Creo que es una historia escrita por cachacos, atrevida con nosotros los caribes, pero es hora de pellizcarnos y darnos cuenta que así es como nos ven”, afirmó.
“Basta leer las noticias para ver que somos una sociedad de pescadores que vemos la marea desde la orilla esperando la subienda. Que cuando nos quejamos, no nos escuchan”.
Mala imitación
El sociólogo samario Édgar Rey Sinning opina que la caracterización del hombre Caribe en la telenovela no se ajusta a la realidad y expresa que “actores abusan mucho del golpea’o , impostan y se exceden en los ademanes”.
Para Rey la manera como algunos protagonistas se expresan corporalmente va más allá de lo que realmente es. “Se pasan de límites y llegan a convertirse en morisqueteros”, precisó.
Sostiene además que “lo triste es que hay auténticos costeños que se contagian de la mala imitación cachaca”.
Buen paisaje
Para la directora de la Cinemateca del Caribe, Deyana Acosta, lo más representativo del Caribe en las novelas son los paisajes naturales que han servido para la escenografía de la producción.
“Las locaciones muestran nuestros hermosos paisajes, en especial los del Magdalena. Es interesante fomentar el turismo en la Región Caribe desde la propuesta audiovisual de las novelas, películas y documentales”.
Novela es muy bueno.
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